jueves, 27 de septiembre de 2007

Quise ser pianista...


QUISE SER PIANISTA

tienes hermosas manos
largos dedos
sensibilidad,
ritmo,
sentimiento.
Me dijeron.

Aprendía,
practicaba.
Chopin sembró balconados geranios.
Nunca tuve un piano.
Me distraía con otros prestados.

Quise ser bailarina.
Tienes hermoso cuerpo
sensibilidad,
ritmo,
sentimiento.
Vibraba en cada vuelo.
Miraba en el espejo
una desgarbada niña
volando pájaros de sueño.

Eres demasiado grande
Me dijeron.

Quise conjugar el verbo amar.
Aprendí su sinsabor
su muerte y nacimiento

Pasó el tiempo
parí tres sueños
los llevé de la mano
manos en desvelos
enseñándoles su vuelo
sensibilidad
sentimiento.

Acudió, puntual, el naufragio
replegando años
clausurando mareas
arrastrando remendadas redes.

Cambié el modo de conjugar
amar en subjuntivo
estudié lexemas
morfemas
tiempo, aspecto
número y persona.
Comprendí su sincretismo
desmenucé los valores
de cada tiempo.

Por más que repasé
fallaban los pronombres
el tú y nosotros
eran vacíos huecos
y no logró Salinas
hacerme habitar en ellos.

Te sobra sensibilidad,
demasiado sentimiento
me dijeron.

Recordé aquel poeta,
su nombre Gerardo Diego,
La vida es un interminable
(y deshilvanado, añadí)
verso.

Vuelvo a mirar la mar
las ballenas cruzan
surtidores de esperanza
buscando rincones
de paz y sosiego.

Quiero subir a sus lomos
Quiero amarrar a sus colas
Este largo e interminable verso.

Indómitas, prosiguen su camino,
impregnando la retina
con su fuerte aleteo.

Vuelvo a la espuma
recostada en la arena
dejo los sentidos
solo míos
sin más rumor que mi yo
mi, me, conmigo.

Sin oír mas voz
que el eco
el vaivén
de la mar
amiga fiel
de todos mis secretos.

Ana I. Hernández Guimerá
Febrero 2001

6 comentarios:

Emilio. dijo...

En olvidados rincones
en donde guardas tus versos,
seguro que encontraras,
una sonrisa, un abrazo,
y posiblemente..., un beso.
...que triste que lo has contado,
pero ha quedado tan bello...
Emilio.

Dani dijo...

Este poema tuyo lo guardo tanto en mi interior como en una carpetita que de vez en cuando ojeo para leerte... Ahora gracias a la informática te podré leer desde cualquier parte del mundo...

Gracias Mamá.

Por todo.

Ana Hernández Guimerá dijo...

No lo dudes, mi querido Emilio que así será.
Besos

Ana Hernández Guimerá dijo...

Me gusta lo de esa carpeta con mis cosas, mi hijo lindo, pero más aún me encanta tu interior.
¡Eres un amor!
Te quiero muchísimo.
Besos y besos

Anónimo dijo...

Gracias por regalarnos cosas tan bonitas Ana,no dejes de escribir nunca.

Ana Hernández Guimerá dijo...

Ojalá mi niña bonita que cuando llegue la idea me pille con el folio en blanco que es lo más difícil.
Millones de gacias por leer y decir.
Besos enooormeees