jueves, 6 de diciembre de 2007

Mis amantes


Jamás pensé que esto que voy a contar me ocurriría a mí.
Me educaron para ser una niña buena, una linda señorita que aprendió piano, francés y mecanografía, así como a realizar desde pequeña todas las labores de la casa.
Luego fui a la universidad, terminé mi carrera, trabajé y me casé. Tuve tres lindos hijos que constituyen el mayor orgullo y el más preciado tesoro.
A los 46 años, por esas cosas que tiene la vida, me divorcié.
La vida siguió su curso.
Daba clases en un colegio, el mismo donde estudiaban mis hijos.
Allí hice mis auténticas amistades. Tanto que se convirtieron en la familia que no tenía aquí dónde vivo ahora. Mis niñas, como yo las llamo, han sido el gran apoyo y el cariño que tanto añoramos cuando estamos lejos de nuestra familia.
Y en el año 2002 empezó a ocurrir lo que voy a contar.
¡Me despendolé!
Comencé a tener dos amantes que, aunque se venían insinuando años atrás, fue entonces cuando me enredé con ellos.
Yo, la mujer que parecía que nunca había roto un plato, estaba, de pronto e inesperadamente, en brazos de dos hombres que me tenían totalmente transtornada.
Uno se llama Holmes, es americano y, haciendo gala de su nacionalidad, es brutote y le gustan las cosas a lo grande. Me deja con el cuerpo lleno de dolores, tantos, que hasta tengo que hacer reposo en cama.
Al mismo tiempo conocí a Fukuda. Como imaginarán es japonés. No sé exactamente si nació por allí o es descendiente de nipones.
Como buen oriental es delicado y sibilino, tiene detalles que no le pasan por la cabeza a Holmes.
Después de estar con él, me duelen las articulaciones, me hormiguean los brazos y las piernas. Me agarra tan fuerte las manos que me las deja todas doloridas.
Ya digo, es muy astuto.
Y entonces, en el 2003, ocurrió lo inesperado
¡Apareció el tercer amante!
Un sueco denominado Sjögren.
Al conocerme se puso muy celoso debido a que los dos ya mencionados estaban al otro lado del charco y él, conocedor de esas relaciones, no le importó tener un papel secundario ya que lo que pretendía es que tuviera a alguien europeo.
No lo ha dudado ni un momento y, siempre, es el primero en atenderme.
Le encanta mirarme fijamente a los ojos, acariciarme la nariz y las orejas, besarme y amarme con pasión y otras cosas que, como una señorita educada que fui, no me atrevo a reseñar.
Lo más curioso y, a cosecuencia de todo lo anterior, mis ojos, mi nariz, mis orejas, mis labios y mi boca se resecan al máximo y otras partes que, por pudor, no cito.
Por más que les cuento a los tres cómo me tienen y cómo me hacen sentir ¡Maldito el caso que me hacen!
Pero lo más curioso de todo es que nunca he logrado averiguar sus nombres. Sólo sé que se llaman Holmes, Fukuda y Sjögren.

© AIHG
Octubre 2006

9 comentarios:

Narci dijo...

Muy bueno Ana.
Prepárate, porque creo que Emilio está dispuesto a ser tu cuarto amante, aunque sólo sea para que tengas uno español, y además manchego, todo un caballero andante.

Besos y gracias por las risas.
Narci

John Sereira elturiferario dijo...

Hola Ana,
envidiable situación la tuya actual.
Tener que elegir, cada día, será un poco complicado, a veces, pero vale la pena.
Y lo importante es aprender.

(Gracias por tu comentario)

Saludos desde Aranjuez, Juan.

Ana Hernández Guimerá dijo...

Me parece que lo captaste mi niña, aunque no sé si en toda su dimensión ;-?
Espero a Emilio, pero no en la misma línea que éstos. Me encantan los caballeros andantes.
Besos amatorios

Ana Hernández Guimerá dijo...

Muy buenas Juan, te advierto que mi situación no tiene nada de agradable dada la auténtica naturaleza de esos "amantes" pero esa es otra historia que algún día contaré.
Ojalá fueran de verdad.
Y sí es complicado aunque por otras razones.
Te dejo con la intriga.
Besos isleños

Narci dijo...

La profundidad la marca la propia intimidad, Ana.
Pero no te preocupes, el síndrome manchego caballero andarín sólo hará que te duela la mandíbula.

Besos
Narci

Anónimo dijo...

Oi, achei seu blog pelo google está bem interessante gostei desse post. Gostaria de falar sobre o CresceNet. O CresceNet é um provedor de internet discada que remunera seus usuários pelo tempo conectado. Exatamente isso que você leu, estão pagando para você conectar. O provedor paga 20 centavos por hora de conexão discada com ligação local para mais de 2100 cidades do Brasil. O CresceNet tem um acelerador de conexão, que deixa sua conexão até 10 vezes mais rápida. Quem utiliza banda larga pode lucrar também, basta se cadastrar no CresceNet e quando for dormir conectar por discada, é possível pagar a ADSL só com o dinheiro da discada. Nos horários de minuto único o gasto com telefone é mínimo e a remuneração do CresceNet generosa. Se você quiser linkar o Cresce.Net(www.provedorcrescenet.com) no seu blog eu ficaria agradecido, até mais e sucesso. If is possible add the CresceNet(www.provedorcrescenet.com) in your blogroll, I thank. Good bye friend.

Ana Hernández Guimerá dijo...

Cuánta razón tienes, mi niña, Emilio me hará reír a carcajadas y sí ese síndrome me encanta y no el que tengo, pero si no me lo tomo con humor me hundo y hay que nadar lo mejor que se pueda, aunque a veces sea buceando. Todo por la vida.
Sonrisas y besos

Dani dijo...

Me agrada mucho la historia de "mis amantes" desde que la escribiste. Es la manera más bonita de entender las dificultades.

Ojalá llegue a aprender esto de ti porque es envidiable.

María José Moya dijo...

bueno, tras obtener tu amable permiso, ya he puesto tu texto -con la foto que me enviaste incluida-, en mi espacio dedicado a "estos amantes", jeje ;)

Un abrazote, y cuídate (yo estos días ando en brazos del señor Fukuda también) :D