martes, 29 de abril de 2008

Querencias


Mira amor, no te asustes.

No necesito a nadie jurando amor eterno

ni planes de futuro compartido,

sólo quiero tus dedos

recorriendo mi espalda,

tus labios

cantándome al oído

tan quedo

que no llego a entenderte,

tus manos

dibujando

los montes y los valles

de mi cuerpo.

Quiero esa obscenidad

que me hace sentir hembra.

El fuego

que me convierte en llama.

Tu fuerza

que reaviva mi sangre.

Quiero empezar a hablar

y que me calles con tus besos,

que no me dejes

meter el mundo

entre las sábanas,

perderme entre tus brazos y tus piernas

y dedicarme sólo

a ser amada.

Quiero olvidar que hay otra vida fuera

enroscada en tu cuerpo,

cogida a tus caderas

mientras deseo

sentir tu sexo ardiente.

Quiero que me regales

el placer infinito

de abandonarme

a tu boca,

a tus manos,

a tu lengua.

Y me

sabes amar

como no lo ha hecho nadie,

sin permitir ninguna interferencia,

ni reproches, ni disputas absurdas,

ni esperanzas baldías.

Sólo dos cuerpos

deseosos de vida y de presente.

Y no temas amor,

sólo eso

necesito,

que me hagas el amor

cual goma de borrar

que limpia sinsabores

mas luego

márchate,

abandona mi cama.

© Magda M.

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