Las palabras se tensan, se adelgazan, forman una pequeña línea que, a veces, se nos esconden.
Viven en el viento, en la luz, en la brisa, en la espuma, cualquier rincón es bueno para ellas.
Se desparraman en un torbellino sin fin que, casi, no podemos controlar y se agolpan, como olas, a la espera del papel en blanco.
Son hermosas, contrahechas, antitéticas, palabras al fin, que nos llenan la vida a corazón abierto.
Julio 2008
4 comentarios:
Hola Anaís, es hermoso leerte.
Sí creo que en el grupo andan todos de vacaciones, en fin es una lástima porque uno se siente un poco solo, de todas formas hago como vos los leo.
Gracias por tus PALABRAS, son bellas siempre.
Alicia
Tú sí que eres linda, tan repleta de generosidad y cariño.
Te leo siempre, paladeo cada una de tus palabras, las hago mías, las recreo y... ¡luego no te digo nada!
Nos leemos.
Besos de sol
Y a veces, la palabra se hace verbo y copula con el alma de quien se para en el camino para fundirse con su esencia, sólo a veces, y entonces... el mundo se para y somos felices, sólo entonces.
Un abrazo.
Una delicia leerte
Repito, eres muy generosa y tus respuestas están llenas de cosas lindas y sensibles.
Da gusto tener lectoras como Alicia y como tú.
Cariños
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