domingo, 9 de octubre de 2011

ENTRE


Entre brumas inciertas ando, incierto,
ando a ciegas; tenaz, moderno Esopo
quiero llegar a ti, mas caigo y topo
y voy de desacierto en desacierto.

Mi corazón sereno y entreabierto
se torna blanca nieve, albo copo,
desterrando temores, y galopo
en caballo de espuma hacia tu puerto.

Porque ya he presentido tu alborada
en esta larga noche de infortunio,
en esta noche eterna de ceguera.

Y te presiento, amiga, dulce amada,
y la noche se torna plenilunio
en el quid inconcreto de la espera.

© ÁNGEL CAZORLA OLMO

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