Entre brumas inciertas ando, incierto,
ando a ciegas; tenaz, moderno Esopo
quiero llegar a ti, mas caigo y topo
y voy de desacierto en desacierto.
Mi corazón sereno y entreabierto
se torna blanca nieve, albo copo,
desterrando temores, y galopo
en caballo de espuma hacia tu puerto.
Porque ya he presentido tu alborada
en esta larga noche de infortunio,
en esta noche eterna de ceguera.
Y te presiento, amiga, dulce amada,
y la noche se torna plenilunio
en el quid inconcreto de la espera.
© ÁNGEL CAZORLA OLMO
No hay comentarios:
Publicar un comentario