miércoles, 2 de mayo de 2007
La maresía y yo
Maresía, que palabra tan evocadora.
La llevo pegada a mi piel, a mi cuerpo porque crecí con el salitre pegado a la nariz y siempre digo que soy hija de un volcán y de la mar.
Maresía es la humedad que el aire de la mar deposita en los objetos y en las personas.
Es ese sabor, ese aroma, ese eco que pervive por siempre en el recuerdo de quien aprendió, por vivirla, a amar la mar.
La melodía de este océano, que me circunda y constituye mi idiosincrasia, es fuerte, a veces, y suave otras.
Pervive constantemente en mi retina y su olor, su Maresía, en mi cuerpo.
© Anaís
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