En ese tránsito perfecto de la luz a la luz,
he conocido el territorio opaco
donde gimes y habitas,
el recóndito lugar donde te ocultas y engrandeces.
He sabido de ti,
de la dulce transparencia de tu cuerpo
y la tortura constante de tu piel.
He sabido de ti más que tú mismo.
Y te he amado.
Y aún te amo
aunque se acabe el tiempo de ritos y caricias.
ELSA LÓPEZ
TRÁNSITO - 1995
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