
Te quiero, te quiero y quiero;
te quiero y te estoy amando.
Como no es fácil decírtelo
en el papel lo estoy plasmando.
Cuántas veces en el lecho
cuando tú ya estás soñando
acaricio tu piel suave
y mi corazón agrando.
Estoy de espaldas a ti, porque duermo de este lado;
pero te sé junto a mí y qué gozo, qué agrado.
Pienso, pienso, pienso; y sí, eres mi esposo muy amado.
© Carmen Chavarría
No hay comentarios:
Publicar un comentario