viernes, 27 de julio de 2007

La luna quiso asomarse


La luna quiso asomarse
por entre el ciprés erguido.
Le dio la noche su amparo,
le dio el viento su vestido.
Sobre las lápidas blancas,
quiso reflejar sus rayos,
como una madre amorosa
que acunara a un niño ausente.
Ay, los niños, qué gozosos,
de la madre nuevamente
recibieron el abrazo.
Se levantaron, silentes,
y entre veredas de flores,
de cruces, de fotos viejas,
jugaban a ser carnales.
-¿Y cómo te llamas, di?
- Yo, Esperanza, ¿y Tú?
- Destino quiero me llames...
- ¿Juegas conmigo al amor?
- Oh, ¡mas antes de que amanezca!
Criaturas esperando,
en su dulce carne muerta,
encarnación amorosa.
Destino, Esperanza, rosa
de pétalos de alma alada.
La luna, ya amaneciendo,
les besó de retirada.

Para ti, mi querida Lili, con mucho cariño,

Blanca Barojiana

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