martes, 11 de diciembre de 2007

Singladura del día 8 de diciembre; en mi camarote, de cuarentena.




Las gaviotas se columpian

de los hilos invisibles de los sueños.
El mar se balancea,
hacia allá,...hacia acá
en la eterna nana
de la cuna de todos.

El cielo amanece y
el olor a sal
se cuela por las rendijas
de las ventanas,
cada vez más llenas de luz.

Todo pasa, volando bajo,
en este camarote de hospital.
El tiempo se dilata
como en la subida al Gólgota.
Elegir este viaje es incomprensible.
Pero...
cada uno compra su billete
Es kafkiano, se me antoja,
como con Sísifo a cuestas.
Me veo.

También el desamor de la gente ayuda
y eso no evoca ninguna poesía.
El también no es todo, ni obliga.
Crecemos sin saber del todo.
Algunos dicen que les ha tocado el viaje
en una rifa. Eso dicen.
Casi nadie, por las caras de los pasillos,
sabe nada.
En el camarote contiguo alguien
llegó al final de su camino.
Ya ni los llantos de sus hijos
van a despertarlo:
"que tengas un feliz regreso"
A casa por Navidad. Libre

Nadie mira por la ventana, porque sabe
que sólo hay enfrente...
más ventanas,
como un espejo que no deja ver el horizonte.

Como en cualquier barco en cuarentena,
El barco ve la tierra
y no puede abordarla.
Sólo nos queda el cielo,
habiendo gente que dice que no existe,
y las nieblas,
las nieblas que descienden a cubierta,
las nieblas que penetran en los camarotes
por la misma ventana
por la que ha salido el poco sol
que vino esta mañana.

13 - 8 de tensión.
18:15 del reloj
y llega Anita de visita.
Más que corriendo, navegando,
El día 8 de diciembre
en Alcalá de Henares,
año de gracia 2007

El GatoFénix

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Mis saludos, Anais. Gracias por tus respuestas.

Felicitaciones por tu blog. Si me lo permites te añado al mío.

Nos leemos.

Anónimo dijo...

Me ha encantado. Mucho. Me encanta que me hagan pensar lo que leo.

Ana Hernández Guimerá dijo...

Gracias a ti por pasarte por aquí, leer y decir.
a mí también me gusta mucho tu blog y ya lo añadí, sin tu permiso, a los míos.
Por supuesto que puedes poner el mío, es todo un halago.
Sí, nos leemos.
Besos de arco iris

Ana Hernández Guimerá dijo...

Mi niño querido, GatoFénix es una gran persona y escribe de perlas, nunca te deja indiferente.
Le gustará lo que has dicho.
Besos de hasta prontito