Al sol del mediodía

AL SOL DEL MEDIODÍA
bailaban,
juguetonas, caprichosas,
as olas de la vida.

Desde la ‘la sed de la distancia’
que no cesa,
trajo la orilla tu nombre.
Pintado en blanco de espuma,
dorado en brillos de arena,
azul de mi deseo.

No quiero morirme, no,
sin que tus brazos
me sueñen.

Mi piel llama a tu piel.
Los labios reclaman besos.
El amor grita al amor
evocando tu recuerdo.

No quiero morirme, no,
sin sentirme yo de nuevo
en ‘el rincón de los besos’
que marcado, por siempre,
ya quedó en sangre y fuego.

Escondí en la caracola
lo que tú y yo conocemos.

No quiero morirme, no,
si no es contigo, mi sueño.

Desde el sol de mediodía
puse a navegar deseos.

© AIHG
Julio 2002