Déjame mirar tu cara
y seguir perdida.
Dame un buche de tu voz
y nacerán volcanes en mis ojos.
Dime qué ves en mi risa
y te diré mentiras.
Déjame, dame, dime…
Saltaré sin red
sin prudencia ni recato.
Libera mi soledad
preñada de tiempos
rellena de silencios.
En noches así
resurgen los desquieros,
construidos como tela de araña,
en los que ahora habito
mientras sueño
el no querer queriendo
la oscuridad de la luz.
© AIHG
Febrero 2009
Pintura de Alicia Abatilli
2 comentarios:
Gracias por tu ofrenda.
Hermosa poesía.
Te dejo un abrazo.
Alicia
Me gusta que te guste. Fue escrita desde lo más profundo, rememorando tiempos pasados, y con total amor del de verdad.
Besos ofrendados
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