Para Doña Nievitas, que me enseñó mis primeros compases
LA TROMPETA
(Louis Armstrong)
_¡Qué hermoso era el sonido de la trompeta
cuando el músico contuvo el aliento
y el aire de todo el Universo
entró por aquel tubo ya libre
de obstáculos!
Qué bello resultaba el estremecimiento
producido por el roce
de los huracanes contra el metal,
de los cálidos
vientos del sur, y luego del helado
austral, que dio la vuelta al mundo.
El viento solano llegó lleno de luz
salpicando de sol y de verano.
El siroco dejó un poco de arena,
y el siroco dejó un poco de arena,
y el mistral era casi silencio,
igual que los alisios.
Pero escuchad,
escuchad todavía
el ramalazo,
la poderosa ráfaga
que trae gotas de azul
y deja sobre la piel
la húmeda caricia del salitre.
Un grito agudo interrumpió la melodía.
El artista, extrañado,
agitó su instrumento,
y cayó al suelo, yerta y rota,
una brillante y negra golondrina.
ÁNGEL GONZÁLEZ
La música y yo
2 comentarios:
¿Todo un ángel, este Ángel Gonzalez, verdad?.
Como ya sabes, es uno de mis poetas preferidos. Aunque este poema no lo conocía. Gracias por compartirlo
Besos
Pues sí. También es uno de mis preferidos.
Si puedes cómprate el libro, es cortito y no tiene desperdicio como ninguno de los de este grandísimo autor.
Gracias a ti por pasarte siempre por aquí.
Besos musicales
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