martes, 23 de agosto de 2011

UNA QUERENCIA TENGO POR TU ACENTO


Una querencia tengo por tu acento, 
una apetencia por tu compañía 
y una dolencia de melancolía 
por la ausencia del aire de tu viento.
Paciencia necesita mi tormento 
urgencia de tu garza galanía, 
tu clemencia solar mi helado día, 
tu asistencia la herida en que lo cuento.
¡Ay, querencia, dolencia y apetencia!:
tus sustanciales besos, mi sustento, 
me faltan y me muero sobre mayo.
Quiero que vengas, flor, desde tu ausencia, 
a serenar la sien del pensamiento 
que desahoga en mí su eterno rayo.
©MIGUEL HERNÁNDEZ
De "El rayo que no cesa" 1935



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