jueves, 9 de febrero de 2012

HISTORIA DE LOS SONETOS AL AMOR OSCURO



En 1984 se hicieron públicos los Sonetos de amor oscuro. Éste fue el penúltimo capítulo de la historia de silencio, censura y homofobia a la que ha sido sometida la memoria de Federico García Lorca; pues en su publicación el aparato adverso a su condición homosexual trató en vano de ocultar las evidencias del talante del amor indudablemente masculino al que iban dirigidos. En vano porque Sonetos del amor oscuro es una de las obras lorquianas más decididamente homosexual, escrita en los últimos meses de la vida del poeta.

DE LA PUBLICACIÓN DE SONETOS DEL AMOR OSCURO.

Cuando en 1984, se publicó en el diario ABC la obra póstuma de Federico García Lorca, su hermano Francisco García Lorca (fallecido en 1976) ya había dejado dispuesto como condición que para publicar los versos inéditos, éstos deberían ser editados bajo el título “Sonetos”, o bien “Sonetos amorosos” o bien “Sonetos de amor”. Fue taxativo en cuanto a que nunca deberían publicarse bajo su título original: “Sonetos del amor oscuro”.

El por entonces ya difunto Francisco García Lorca, se había demostrado en vida incapaz de afrontar o admitir la homosexualidad de su hermano, según escribe Ian Gibson en su libro "Lorca y el mundo gay" al referirse al tabú que trató de construir la familia en torno a la verdad del poeta. 

Como también comenta Ian Gibson, “el académico (F. Lázaro Carreter) casi venía a sugerir que la homosexualidad del poeta era ajena a su creatividad poética”. Y eso a pesar de la claridad de estos versos: “Tú nunca entenderás lo que te quiero / porque duermes en mí y estás dormido. / Yo te oculto llorando, perseguido / por una voz de penetrante acero” 

Parece claro que 25 años después de la publicación e interpretación de estos sonetos, resulta cuanto menos ridícula aquella visión moralista y retrógrada con que la España más pacata quería untar a uno de los poetas más reconocidos de nuestras letras. Como por aquel entonces vino a decir el hoy ya desaparecido Vicente Aleixandre, al también poeta José Luis Cano: “lo curioso es cómo en todos los artículos que acompañan a los sonetos se evita cuidadosamente la palabra homosexual, aunque se aluda a ello, pues nadie ignora que esos sonetos no están dedicados a una mujer. Se ve que todavía esa es una palabras tabú en España, en ciertos medios, como si el confesarlo fuese un descrédito para el poeta”. Ciertamente no podría ser un descrédito, pues en Lorca, sexualidad y obra son indivisibles, se retroalimentan, son una misma cosa, de manera que sin la una, no estaría la otra.

La relación con Rapún, la última pareja de Lorca antes de su asesinato, dejó una especial huella en el poeta, tal y como queda patente en Sonetos del amor oscuro, pues a él van dirigidos los versos aunque en ninguno se le mencione explícitamente. Fue una relación tempestuosa y abierta, sobre todo por la parte de Rafael. Sobre ella sólo se conserva una carta cruzada entre Lorca y Rapún, escrita por el poeta desde Argentina, donde decía:“Me acuerdo muchísimo de ti. Dejar de ver a una persona con la que ha estado uno pasando, durante meses, todas las horas del día es muy fuerte para olvidarlo. Máxime si hacia esa persona se siente uno atraído tan poderosamente como yo hacia ti”. Vuelto de Argentina, y retomada la relación, conocemos anécdotas como aquella en la que el poeta fue invitado a un congreso teatral en Italia. La esposa de Ezio Levi, quien le cursó la invitación, le transmitió que podía «acudir con su esposa», a lo que Lorca le respondió que era soltero, pero que asistiría gustoso con su secretario personal, Rafael Rodríguez Rapún.

Federico amó a Rafael y Rafael también amó a Federico. Como cuenta María Teresa León, escritora y esposa de Rafael Alberti, Rapún quedó completamente afligido, roto, cuando se conoció la noticia del asesinato de Lorca. Fue entonces cuando Rapún se alistó y marchó, literalmente a morir, al frente del Norte. En el frente halló la muerte el 18 de agosto de 1937, justo el día en que se cumplía el año en que lo hiciera García Lorca. ¿Casualidad? No, seguramente desesperación.

La desconocida y poco estudiada vida amorosa del poeta granadino esconde una historia parecida a la de los trágicos dramas que escribió en muchas de sus obras.

Las relaciones homosexuales de Federico García Lorca componen un romancero oscuro, un misterio del que sólo se conocen algunos testimonios y escasos documentos, pero lo cierto es que sentía verdadera pasión por aquellas personas a las que amó. En pocas ocasiones fue correspondido y no siempre eligió a la persona adecuada. Salvador Dalí, Emilio Aladrén, Rafael Rodríguez Rapún y Eduardo Rodríguez Valdivieso fueron, en algún momento, los hombres de su vida y de sus obras.

La familia García Lorca durante años evitó toda referencias a las inclinaciones sexuales del poeta, para evitar, según indicó Laura García Lorca, que «se confundiera su asesinato con un crimen sexual». La misma Laura reconoció que, pasados los años, la familia asumió el tema «con toda naturalidad»





1 comentario:

Raquel Álvarez dijo...

esta entrada me ha servido de mucha ayuda, es muy interesante. pero me surgió una duda mientras leía. al principio pone que "SONETOS DE AMOR OSCURO es el penultimo capitulo de silencio, censura, etc a la que fue sometida el poeta", si ese es el penultimo, ¿cuál es el ultimo?