domingo, 19 de febrero de 2012

¿QUÉ ES POESÍA?


Una definición empírica



Morfológica. No hay poesía sin poema. Y algo es poema porque tiene la forma en que lo es. El poema es, antes que todo, un efecto óptico. Se distingue a un poema de otro tipo de escritura porque el ojo reconoce que el autor y el editor no han ocupado todo el ancho de la página, sino apenas una porción menor a la mitad. Generalmente ni siquiera requiere una página completa por poema, sino que desperdicia espacio para varios párrafos que, eventualmente podrían ser uno, dos o tres poemas más. Pero no. Sólo hay un poema por página, así sea de dos renglones (es decir, versos) o uno, y generalmente alineados o tabulados a margen izquierdo.
De modo que puede afirmarse que la poesía es una escritura que no economiza papel, que no es ecológica, pues dice en varios renglones lo que podría decir en sólo uno, dispersa en un libro entero lo que cabría en unas cuantas páginas. Los 1,800 caracteres de una cuartilla, bien administrados rinden para más de veinte páginas de poesía, prácticamente para un poemario entero. (Tal vez debemos suponer que el blanco es parte del discurso, así como el silencio hace también a la música entre los sonidos; aunque no hay música que sea más silencio que sonidos).
El ensayo “A es B” ocupa apenas seis caracteres de esta página, en tanto que en narrativa llena dos renglones o tres renglones y en poesía hasta cuatro o seis:
El poema más minimalista que he podido escribir es éste:
(Cito textual: “.”). Piénsese en todas las metáforas que caben en un solo punto: el universo entero o en cachos, el final de algo importante, el polvo cósmico, la muerte de dios o la referencia a cualquier lugar que requiera ser representado en un mapa. Punto.
El poeta es, entonces, un estratega colmilludo, pues con menos palabras escribe más libros que quienes se dedican a la novela o al ensayo. Su trabajo es más eficiente y eficaz: puede hacer una carrera literaria escribiendo poco y publicando mucho.
Contextual. Contexto es lo que contiene al texto, de modo que la poesía es el contenido textual que le ha sido publicado a un poeta en un soporte reconocido por los influyentes de la literatura como de poesía, así como su lectura en voz alta ante un público convocado con autoridad para ello en un lugar convenido para la poesía. Fuera de esos soportes y espacios no hay poesía. Es como en el arte: sólo es una pieza u obra de arte lo que ha sido curado (o curadurado, debería decirse), catalogado y expuesto o exhibido en un espacio convenido para el arte. Una caja de zapatos es sólo una pieza artística en una galería o un museo, previamente curada para ello. Así también un poema sólo lo es un contexto convenido para poesía, así sea un blog. “A es B” es un poema si y sólo sí es publicado (hecho público en modo impreso o escénico) en el contexto de lo poético.
El medio es el mensaje, la forma es el fondo, el marco es la obra, la edición es el contenido, la curaduría es la significación… Añádase música e imagen a la performación en el lugar poético convenido y tendremos distintas experiencias poéticas con un mismo texto: el violonchelo separa al mundo ordinario del de la alta cultura, el palo de lluvia le puede dar exotismo, el saxofón lo hace cosmopolita…
Relacional. Sólo es poesía lo que es escrito por poetas, aunque no todo lo que escriban sea poesía. La poesía es la escritura propia de quienes se reconocen entre sí como poetas, que a la vez han logrado que los demás o una parte importante o influyente de la sociedad así los reconozcan. De modo que la poesía se clasifica según las maneras en que los poetas se relacionan entre sí, y no con las temáticas o contenidos de sus textos (pretextos). Generalmente los poetas gustan identificarse y diferenciarse entre sí por variables de socialización: agrupándose por fechas de nacimiento, género, lugares de nacimiento y de residencia. Y su poesía se define entonces por esas características.
De modo que la poética o lo poético no tiene que ver con categorías estéticas —belleza o fealdad—, cognitivas —verdadero o falso— ni morales —bondad o maldad—, sino con categorías relacionales: poesía de mujeres, lésbica, de centro occidente, de nacidas entre 1958 y 1964, de la Generación Alfa, revolucionaria, o de jóvenes, de jóvenes muy jóvenes, de jóvenes no tan jóvenes, de viejos no tan viejos, de nacidos en los setenta, transgénerica, del exilio, de los que radican en América, de hispanoparlantes que escriben en francés, o de autores que no tienen más de dos libros publicados, progresista o contestataria. Los límites categóricos de lo poético son tan flexibles como los lazos de los poetas entre sí.
Reputacional. Así como no hay cualidad poética sin obra textual escrita por un poeta, la calidad poética de un texto, el valor de un poema, es proporcional al prestigio de su autor; es decir, al reconocimiento, aprecio y jerarquía que se tenga entre los poetas, sus editores y sus patrocinadores. Es como en el arte: la pieza vale por la firma del autor; no tiene un valor intrínseco sin ésta.
Reputacional. Así como no hay cualidad poética sin obra textual escrita por un poeta, la calidad poética de un texto, el valor de un poema, es proporcional al prestigio de su autor; es decir, al reconocimiento, aprecio y jerarquía que se tenga entre los poetas, sus editores y sus patrocinadores. Es como en el arte: la pieza vale por la firma del autor; no tiene un valor intrínseco sin ésta. 

En conclusión:








.

2 comentarios:

Narci M. Ventanas dijo...

Todo, todo es poesía; todo, todo es literatura, si un pintor puede dejar su lienzo en blanco, en azul o en rosa, titularlo algo así como "Sin título" y venderlo por un pastón a un museo de prestigio pagado por el contribuyente, pues por qué no íban los escritores a publicar libros de 500 páginas en blanco, titulado, por ejemplo: "Somos", o poemas sin versos, o dramas sin personajes, ni acotaciones, ni diálogo ni nada de nada, y además pueden esperar, no ya venderlos, sino sacar veinte, treinta, mil ediciones, porque desde luego, ¿Hay algo más cómodo y rápido que leer un libro en blanco o mirar un cuadro vacío? Viva el siglo XXI, Ana, que en él vamos a desaprender cuanto aprendimos y a valorar el destrabajo, si nrazonar para nada sobre la sinrazón, que no merece la pena, nena.

Besitos extremeños muy muy soleados. angustiados de sol diría yo, pero igualmente válidos ¿o no?

Ana Hernández Guimerá dijo...

Tienes toda la razón Narci querida.
Este post es frío con respecto a eso.
Millones de besos