ARCHIVÉ MIEDOS,
coleccioné temores,
los días fueron
sucesiones
sin término
de lo inesperado,
desconocido.
Miradas extrañas,
que no conducían
a ninguna parte,
en la soledad
del corredor de fondo.
huella.
La espuma no encontró
playa.
La sonrisa se hizo
mueca.
Y... enmudeció
la palabra.
3 comentarios:
Me quito el sombrero para darte toda la razón, Ana.
Parece que hoy si entran mis comentarios.
Un placer leerte.
Narci
Que nunca enmudezca la palabra, tu palabra y archiva para siempre los miedos porque no se merecen que tú los tengas.
Mar :**
Está escrito en una etapa durilla de mi vida. Ahora esos miedos son del pasado y me alegra porque es bien malo tenerle miedo al miedo.
Besos sonrientes para las dos
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