jueves, 25 de septiembre de 2008

Siempre lo que quieras


Cuando tengas dinero regálame un anillo,
cuando no tengas nada dame una esquina de tu boca,
cuando no sepas qué hacer vente conmigo
-pero luego no digas que no sabes lo que haces.

Haces haces de leña en las mañanas
y se te vuelven flores en los brazos.
Yo te sostengo asida por los pétalos,
como te muevas te arrancaré el aroma.

Pero ya te lo dije:
cuando quieras marcharte ésta es la puerta:
se llama Ángel y conduce al llanto.

ÁNGEL GONZÁLEZ

2 comentarios:

Narci dijo...

Realmente precioso. Ángel, Ángel, inigualable, como los mismísimos ángeles.

Besos
Narci

Ana Hernández Guimerá dijo...

Cierto Narci, cualquier poema de él es como un canto angelical.
Besos y cariños